"1917", un largometraje, épico y grandioso el plano secuencial.

Ganadora del Globo de Oro a la Mejor película y nominada al Oscar en diez categorías, la cinta del realizador Sam Méndez luce por su forma de narrar. 1917 retoma la trágica época y las angustiosas trincheras durante las batallas. Es la guerra. Algo que el cine ha descrito muchas veces como exaltante, en la que siempre ganan los buenos, para transmitir esta historia de miedo, de incertidumbre, de monstruos que acechan en la luz o en la sombra a los dos involuntarios aventureros, sangre y mugre, de desfallecimiento y supervivencia, ha inventado un impresionante lenguaje con su cámara. Tienes la sensación de que las dos horas de metraje se desarrollan en un solo plano. No percibes los cortes. Y este ejercicio estilístico nunca es gratuito. No pretende el exhibicionismo. Es la forma de hacerte cómplice de todos los sentimientos que asaltan a los protagonistas en paisajes que veces parecen surreales, con el tono de las pesadillas. Sinopsis: Sam Mendes narra el heroico calvario de dos muchachos muy jóvenes del ejército inglés con una misión que puede ser suicida, la de abandonar las trincheras y salir a campo abierto para avisar a los suyos de que los alemanes han fingido una retirada, han montado una trampa para masacrarles Nos situamos en el campo de batalla de la Primera Guerra Mundial. En el frente occidental, el general británico Erinmore (Colin Firth) encargará una misión técnicamente imposible a los jóvenes soldados británicos, Schofield (George MacKay) y Blake (Dean-Charles Chapman). Tendrán que cruzar el campo de batalla enemigo a plena luz del día, ocupado por los alemanes, es una misión con escasas posibilidades de supervivencia para intentar llegar hasta la trinchera donde se encuentra el coronel MacKenzie (Benedict Cumberbatch) y así evitar un ataque que puede suponer la muerte de muchos soldados. Para estos dos hombres responsables y asustados, pero con un motivo inapelable para uno de ellos, ya que su hermano se encuentra entre los que han sufrido el engaño.